El argumento:
Junio de 1933: en Loanneth, la mansión en el campo de la
familia Edevane, todo está limpio y reluciente, listo para la tan
esperada fiesta de solsticio de verano. Alice Edevane, de dieciséis años
y escritora en ciernes, está especialmente ilusionada. No solo ha
encontrado el giro argumental perfecto para su novela, también se ha
enamorado perdidamente de quien no debería. Pero para cuando llegue la
media noche y los fuegos artificiales iluminen el cielo estival, la
familia Edevane habrá sufrido una pérdida tan grande que tendrá que
abandonar Loanneth para siempre...
Una casa abandonada.
Setenta años más tarde:
después de un caso especialmente complicado, Sadie Sparrow,
investigadora en Scotland Yard, está cumpliendo un permiso forzoso en su
trabajo. Refugiada en la casa de su abuelo en Cornualles, pronto
comprueba que estar ociosa le resulta complicado. Hasta que un día llega
por casualidad a una vieja casa abandonada rodeada de jardines salvajes
y espesos bosques y descubre la historia de un niñito desaparecido sin
dejar rastro...
Un misterio sin resolver.
Mientras
tanto, en el ático de una elegante casa en Hampstead, la formidable
Alice Edevane, ya anciana, lleva una vida tan cuidadosamente planeada
como las novelas policíacas que escribe. Hasta que una joven detective
empieza a hacer preguntas sobre su pasado familiar en un intento por
desenterrar la intrincada maraña de secretos de los que Alice ha pasado
toda su vida tratando de escapar.
Mi opinión: Creo recordar que este fue el primer libro que leí junto con las chicas de El Club de Lectura l'Armengol, lo leímos en dos mitades, puesto que es bastante largo.
Estoy poniéndome al día en el blog, hacía meses que no escribía y tengo un gran retraso y mira por dónde, estoy intentando avanzar un poco.
De este libro se quejaban las compañeras del espesor del texto, pues les aburría y les producía cansancio leerlo. A mi me gustó desde el primer momento, si cerraba los ojos un instante mientras leía, podía ver en mi mente perfectamente mi propia versión de Loanneth según las descripciones que había leído. La historia me gustó mucho, me resultaba muy curioso el cambio tan grande que se había producido en la madre de Alice Edevane desde que era una adolescente rebelde, hasta que las penurias de la guerra y los trabajos de la maternidad la convierten en alguien totalmente diferente. Me ha hecho sentirme identificada también en eso, supongo que todas las mujeres cambiamos al convertirnos en madres, pero leyendo este libro hice una reflexión sobre cómo había cambiado yo desde el nacimiento de mi hija y, si bien nunca fui fiestera, ni la alegría de la huerta, sí que es cierto que saber que la vida de otros depende de ti, te condiciona, te hace más serio y responsable.
Resulta tremendamente curioso cómo se entremezclan las ideas, cómo las tres hijas de la familia Edevane sospecharon tres sucesos diferentes sobre qué pasó con su hermanito la noche que desapareció para no volver a saberse de él nunca jamás y como las tres, en cierta manera, se sintieron culpables. De algo que en realidad no tenían ninguna culpa, solo fueron "películas" de adolescentes, como suele decirse.
El personaje de la policía es muy importante también, pues su manera de no rendirse, su cabezonería es lo que lleva a descubrir toda la historia que da sentido al libro.
Como siempre que tratamos sobre un autor nuevo en este blog, dejo el enlace a su perfil en Wikipedia, por aquí.
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