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domingo, 16 de octubre de 2011

La declaración, Gemma Malley.

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El argumento: Estamos en el año 2140 y el ser humano ha conseguido crear una serie de medicamentos que empezaron por curar los cánceres y el sida y terminaron por concederles la eterna juventud, al menos el poder mantenerse tal y como estaban en el momento de empezar a tomar la medicación, frenando el hasta ahora inexorable paso del tiempo. Vivir eternamente tiene sus ventajas, pero también sus desventajas, si la gente no muere, no pueden nacer nuevas personas; de modo que la juventud es cada vez menos frecuente y sólo hay unos pocos privilegiados -entre comillas- que pueden renunciar a la vida eterna a cambio de tener un solo hijo.
Mi opinión: Me encuentro de nuevo ante otra visión de un futuro catastrófico, en el que ser humano ha hecho alarde una vez más de su imbecilidad y ha logrado la vida eterna contraviniendo las leyes de la Naturaleza, sobre todo la más elemental: todo es perecedero, incluso la vida.
Me gusta leer libros de los denominados literatura "Juvenil" porque a veces se encuentran verdaderas joyas entre esa categoría que, si la menospreciara por ser para adolescentes, me perdería la oportunidad de leer un buen libro. Este no es uno de los más maduros que he leído, está narrado de una manera bastante simple y ahí se le nota que es para jóvenes, no como son a veces los libros de adultos, que hacen gala de una riqueza de vocabulario que casi dan ganas de leer con un diccionario al lado para ir consultando.
Volviendo a la trama y a los futuros catastróficos, está bien pensado en casi todos los detalles. Si no vamos a envejecer, ¿para qué necesitamos niños? Pero como siempre suele pasar, hay un grupo de revolucionarios que se oponen al sistema establecido; aquí abogan por el método de vida tradicional y se basan en que si la misma Naturaleza hace que todas sus creaciones se marchiten: flores, plantas, animales y árboles mueren con el tiempo; ¿por qué los seres humanos querríamos permanecer vivos para siempre?
En el posible futuro que nos plantea esta novela siguen naciendo niños, de gente que los tiene contra la ley o de gente que los tiene porque no tienen previsión, porque las medicinas de la Longevidad no tienen efecto anticonceptivo. Así pues, en un sistema de cosas en el que está prohibido reproducirse, nos encontramos ante diferentes clases sociales: están los Legales, que son los que tienen derecho a vivir y a comprar y consumir las medicinas para la Longevidad; los Ilegales que son quieres se niegan a tomar nada o a acogerse a las normas establecidas y por último están los Excedentes, que es como se denomina a esos niños que no tenían permiso para nacer. Y es una de estas Excedentes, Anna, quién nos sirve de protagonista de la historia.
Anna está en internada en un centro para Excedentes desde que la capturaron a los 2 años y medio. Allí se la ha adoctrinado desde el principio en que su presencia es una aberración contra la naturaleza, en que no tiene derecho a la vida y que cada bocanada de aire que respira, o trozo de pan que come o agua que bebe le es arrebatada a alguno de los Legales para dársela a ella y a los otros Excedentes, ellos que no tendrían que haber nacido. En este lugar, a lo más que pueden aspirar es a ser formados como servicio doméstico -las chicas- y mano de obra- los chicos- para los Legales; pero deben saber cuál es su Lugar, deben ser conscientes de que su vida vale menos que un cero y que sus futuros patrones podrán matarles a golpes si así lo desean.
Pero la vida de Anna cambiará cuando internen a un nuevo chico en Grange Hall. Ella será la encargada de ayudarle a adaptarse a su nuevo entorno, ya que Peter es un Excedente que ha sido capturado ya con 15 años y no le va a resultar fácil. Pero Peter no está allí por casualidad, Peter ha venido a salvarla...
En la rama de futuros catastrofistas, podemos encontrar también la Trilogía Distritos de Suzanne Collins, formada por Los juegos del hambre, En llamas y Sinsajo. Y también la novela Juntos de Ally Condie, que también formará parte de una trilogía, pero que no creo que continúe leyéndola porque me desilusionó bastante.
Sí me gustaría echarle un vistazo a la segunda parte de la serie que ha escrito Gemma Malley de la cual este libro "La Declaración" es sólo la primera parte.
La página web de la autora, aquí.

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