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miércoles, 21 de agosto de 2019

Una corte de niebla y furia, Sarah J. Maas.

El argumento: Feyre está destrozada. Y aunque tiene a Tamlin por fin a su lado sano y a salvo, no sabe cómo podrá dejar atrás los recuerdos que la acechan... ni cómo mantendrá en secreto el oscuro pacto que hizo con Rhysand, que la mantiene intensamente unida a él y la confunde.
Feyre ya no puede seguir siendo la de antes. Ahora es fuerte y debe romper con todo lo que la ata. Su corazón necesita libertad.

 Mi opinión: Estamos ante la segunda parte de la historia de Feyre, iniciada con la Corte de Rosas y espinas. Al final de la primera novela Feyre consigue superar las pruebas de Amarantha y entre varios altos faes matan a la dictadora que les tenía esclavizados durante cincuenta años. Pero Feyre ya no es la misma, después de prácticamente morir a manos de Amarantha y ser resucitada por la unión de los poderes de todos los altos fae presentes, Feyre ya no es humana. Ahora ella también es fae y se desconoce si tiene algún poder y hasta donde podría ser capaz de llegar, o si será capaz de dominarlo, nunca antes se había dado una situación como esta.

En las mazmorras del reino de Amarantha, estando Feyre muy mal herida, hizo un pacto con Rhysand a cambio de recuperar la salud, que la compromete a pasar una semana con él cada mes, como señal de aquel pacto, uno de los brazos de Feyre luce un tatuaje idenficativo de la Corte Noche.

Tamlin ha cambiado, ahora teme tanto por la vida de Feyre, teme tanto volver a perderla que, aunque ahora ella es potencialmente mucho más fuerte que cuando era humana, él la mantiene prácticamente encerrada en la mansión, no quiere que nada le suceda,  y eso hace de Feyre una fae muy infeliz. Aún ama a Tamlin, pero las cosas entre ellos no son como ella esperaba, tiene feroces pesadillas con las pruebas a las que Amarantha la sometió, pero Tamlin parece decidido a superar la situación y no quiere darle más importancia. Desea casarse con ella y convertirla en la consorte de la Corte Primavera, pero no la escucha, no oye sus deseos y poco a poco se van alejando. Feyre no conoce a los invitados a la boda, no le gusta su vestido, y ya no está segura de si desea carsarse con Tamlin... y justo en plena ceremonia, aparece Rhysand para llevarse a Feyre a cumplir su parte del pacto.

La Corte Noche resulta ser un lugar maravilloso, un remanso de paz tan bello como libre donde Feyre puede ser ella misma, esa ella misma de la que casi no se acuerda. Y Rhysand, en vez de tenerla encerrada quiere enseñarle cosas, le enseña su corte, la enseña a leer, le hace plantearse la posibilidad de haber adquirido algún poder al ser "resucitada" y Feyre pronto se da cuenta que no desea estar con Tamlin, que aquella Feyre que le amaba murió bajo la montaña y esta nueva ella misma no puede vivir encerrada.

Rhysand se enemistará para siempre con la Corte Primavera al mandar secuestrar a Feyre del palacio de Tamlin. Pero él, Rhysand, que ha sido cautivo durante 50 años de las maldades de Amarantha, no puede soportar ver como Feyre se muere de pena.

Y aquí se me produjo una gran contradicción... ¿qué pasó con el amor de Feyre y Tamlin, acaso no era verdadero? ¿por qué Rhysand se empieza a abrir y a mostrar como un personaje tan atractivo, tan bello, tan profundamente hermoso que disputa el papel protagonista a la mismísima Feyre? porque, no nos engañemos, en este segundo volumen (y en el tercero también) Rhysand es tanto o más protagonista que Feyre.

Aquí Rhysand conseguirá enamorar a Feyre tratándola como a una igual, dejándola siempre decidir en sus asuntos, contando con ella siempre como primera opción; una especie de canto al feminismo y a la igualdad de sexos. Y esto, señores, es maravilloso.

Reconozco que cuando Feyre se va enamorando de Rhysand, tan paulatinamente, tan despacio, una parte de mi se sintió decepcionada, apenada por el pobre Tamlin. Pero la autora también ha tenido este cabo en cuenta y hace que Tamlin cambie y se muestre con otra personalidad.

Pese a que esta trilogía se etiqueta como juvenil, yo la recomiendo también a adultos aficionados al fantasy e incluso a los lectores de romántica, aquí las escenas de sexo son explícitas, pero sin caer en la vulgaridad.

Queda pendiente la reseña de la tercera parte de la historia, Una corte de alas y ruina.

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